domingo, 27 de enero de 2013

Historia de América Latina
DIFERENCIAS Y SIMILITUDES ENTRE LAS INDEPENDENCIAS

Los movimientos independentistas en América Latina son complejos procesos de adquisición de autonomía que no fueron fáciles ni cortos para quienes participaron de ellos. Los hombres y mujeres que comenzaron con la lucha independentista de Iberoamérica tenían en común su procedencia criolla, la mayoría de estas personas eran aristócratas que se revelaban ante la desigualdad entre peninsulares y criollos, ante el régimen que imposibilitaba el desarrollo comercial de América y ante la corrupción y burocracia administrativa. Los libertadores de América Latina eran gente con ideas revolucionarias provenientes de corrientes europeas como la Ilustración, la Revolución Francesa y la Independencia de las Trece Colonias. Todos estos factores convergieron en los estallidos independentistas de América Latina.
Haití fue el primer país en proclamar su independencia, se encontraba bajo la ocupación de Francia en un sistema de esclavitud. Esta es la principal diferencia con las otras independencias, ya que no estaba sometida por España o Portugal, como las otras regiones Latinoamericanas. Desde 1793 Sonthonax declara la libertad de los esclavos para 1802 Napoleón restaura el esclavismo, pero en 1804 Jean Jacques Dessalines declara la independencia y se proclama emperador. El caso del caudillo que se proclama emperador o que instaura un régimen
autoritario, es comparable con el caso de Simón Bolívar, después de ser nombrado presidente de la República de Colombia.
Entre los años 1808 y 1810, las conspiraciones comienzan en México, Uruguay, Bolivia, Río de la Plata, Argentina y Ecuador, todo esto mientras los reyes Carlos IV y Fernando VII abdican ante el emperador francés Napoleón Bonaparte. En estas conspiraciones se comienzan a hacer juntas constitutivas, muchas de las cuales se dividen en tendencias políticas moderadas y radicales, esa sería otra similitud.
Una característica de las independencias de Río de la Plata y de Nueva Granada es que durante el período de 1814 a 1816 los movimientos quedan en pausa. En primer lugar se debe a la restauración del mandato de Fernando VII, ya que éste intenta recuperar los territorios insurrectos. En segundo lugar se da el período de la patria boba, en el que los grupos realistas e insurgentes se encuentran divididos. Así que esto retrasa las independencias de la República de Colombia y la de Chile.
Una similitud más entre Venezuela, Colombia y Ecuador, es que las tres siendo parte de Nueva Granada, son liberadas gracias a las campañas de Bolívar entre 1819 y 1822. Perú también contó con la intervención de Bolívar en 1822, en colaboración con San Martín.
El proceso de independencia mexicana es diferente al de Sudamérica, ya que sus dos principales líderes fueron asesinados en 1811 y 1815, así que la lucha
fue reanudada por otras personas. Algo que tiene en común con Haití y la Rep. De Colombia, es que en México se intentó imponer o seguir con el régimen autoritario, pero éste fue frenado al poco tiempo.
En el caso de Cuba y Puerto Rico, sus independencias son un similares en cuanto a la temporalidad en que sucedieron, pues ambas se dieron para la segunda mitad del siglo XIX, a diferencia de las demás que se dieron en la primera mitad del siglo. Son similares también por la participación de Estados Unidos, ya que éste intervino en favor de los revolucionarios cubanos financieramente, así como interviene invadiendo Puerto Rico para establecer esa extraña relación colonial, administrando el territorio hasta entonces.
Las independencias latinoamericanas tienen muchas más similitudes, ya que la mayoría comparten esa identidad mestiza, latinoamericana que se caracteriza por el lenguaje, la religión, las costumbres, sabores y ritmos heredados por la mezcla de las culturas que las componen. Tristemente existe también una característica que las acompaña, que es el síndrome del pueblo conquistado, que hasta la fecha no les ha permitido desarrollarse económicamente a la par de los Estados industrializados, limitando su progreso a la exportación de bienes y proporcionando mano de obra barata, en lugar de ver para adentro y comenzar un desarrollo interno desde los sectores primarios y que favorezca a las clases más carente